miércoles, 20 de mayo de 2009

¡TENIA QUE SER UNA MINA!:"LA MANZANA DE LA DISCORDIA"

Ante los desplantes hirientes, la mujer parece mejor dotada para reaccionar acertadamente al dolor provocado por la ofensa; son sutiles e inteligentes en concebir los medios de venganza. A los hombres, condicionados por nuestra natural torpeza para supuestos como el indicado damos preeminencia a lo físico o a lo directo y generalmente nos ocurre que al ir por lana terminamos esquilados.
Estos hechos tuvieron entre los siglos XIII a XII antes de Cristo, de modo que debemos estar a las narraciones de Homero sobre la leyenda, ya que toda posibilidad investigativa acerca del tema queda clausurada por razones obvias.
El caso es que se casaban Peleo y Tetis; toda explicitación acerca de la identidad de esa pareja resultaría de una extensión y complejidad aburrida e innecesaria.
A la boda fueron invitados TODOS los dioses del Olimpo excepto Eris. Eris, lejos de amilanarse, entró subrepticiamente en el banquete y dejó sobre la mesa una manzana de oro con la inscripción “Para la más hermosa”. El artilugio conllevaba, bajo la apariencia externa de ser portadora de una delicadeza, un dardo envenenado orientado a armar un (quil…padre) desajuste en la armonía de la fiesta. Convendrán conmigo que estas cosas a los hombres se nos ubican muy por encima de nuestra capacidad creativa.
Inmediatamente reclamaron la manzana Hera, esposa de Zeus, Atenea diosa de la guerra y protectora de los combatientes, y Afrodita, diosa del erotismo y del amor sensual, a quien, para el estado de los transportes de la época no había nave a vela que no le viniese bien, salvo la de su esposo, tema que eventualmente tratemos en futuro.
Zeus quiso zanjar la controversia nombrando árbitro a Paris, un príncipe de Troya que a la sazón estaba radicado en Esparta.
Las diosas compitieron entre sí para sobornar en secreto a Paris: Atenea le ofreció sabiduría militar, y la destreza de los grandes guerreros; Hera el control y poder político de toda Asia y Afrodita le ofreció el amor de la mujer más bella del mundo. Y Paris eligió a Afrodita.
La mujer más hermosa del mundo era Helena y Paris la raptó o la sedujo con la ayuda de Afrodita y la llevó a Troya.
El intento de la recuperación de Helena por vía militar dio lugar a la guerra de Troya que duraría más de diez años. ¡La agudeza y astucia que puede animar la venganza de una mujer despechada! Instituyó, sin quererlo, una designación metafórica: LA MANZANA DE LA DISCORDIA.



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