LIBRO DE PEPE ELIASCHEV: "ME LO TENÍA MERECIDO"

El libro recientemente presentado por Pepe Eliaschev, con el título arriba citado subtítulo – Editorial Sudamericana -, presenta un subtítulo: “Una Memoria”. Con ello parece haberse subvertido el orden natural nominar la obra. Siendo que su médula es expresión escrita de los recuerdos del autor; es la memorización de los hechos por él vividos y de eso precisamente se trata el trabajo que ocupa esta nota. La otra mención de tapa, “Me lo tenía merecido”, importa una suerte de “mea culpa” que el autor quiso consignar en el cierre del libro, como un modo de dejar en claro que no lo animaba ninguna intención acusatoria o de imputación culposa, en referencia a hechos negativos o dolorosos que le tocaron vivir. Esto no puede ser de otra manera, en cuanto a el desarrollo extendido de un devenir vivencial, siempre, en casi todos los casos, y dadas las condiciones de tiempo y lugar no modificables por nosotros, es consecuencia de nuestras actitudes; de allí que como principio general cada quien es, en lo esencial, responsable de su propio destino. El libro incluye recuerdos de la primera infancia, de la historia familiar, el paso por la escuela secundaria y en ese orden incluye pasajes que nos llenan de ternura y emoción. La historia del suceder en la vida de Eliaschev en la etapa adulta, en un desarrollo profesional donde el ejercicio periodístico ocupa un lugar primordial, presenta una riqueza con matices desconocidos y en algunos momentos de alto dramatismo. Se tendrá presente que el autor advino a la condición de adulto cuando los “años de plomo” despuntaban el inicio de un reguero de sangre que se extendería por diez años. El exilio impuesto como condición necesaria para salvar el pellejo, las precariedades económicas extremas y la falta de solvencia en la palabra negligente de algunos amigos sudamericanos, que tomaban los planteamientos más serios con una superficialidad y negligencia sin límites. Luego el retorno, donde se viven momentos de éxito, alternos con interrupciones abruptas de los mismos en consonancia con los avatares y vaivenes políticas. Por eso es muy recomendable la lectura de este libro por parte de los jóvenes con aspiración a ejercer tan apasionante quehacer; parecería necesario estar advertido y munirse del blindaje necesario para no aminalarse ante las frustraciones; sobremanera en un país que parece animado por una eterna vocación de Macondo