lunes, 2 de noviembre de 2009

"LA JUSTA AL PALO": A LOS LOGREROS DE MALVINAS... "QUE LA SUCCIONEN"... "QUE LA SIGAN SUCCIONANDO"...




Siempre nos provocó escozor la actitud de los muchachos con desempeño realmente efectivo en los episodios de la Guerra de Malvinas de 1982.
Poco después de finalizados de finalizadas las acciones, comenzaron las voces de reclamo de compensaciones, que más propiamente podían llamarse prebendas, canonjías o gangas orientadas a sacar provecho de aquello que debe agotarse en el honor y la distinción insita y connatural de haber servido a la comunidad en momento tan difíciles como les es un enfrentamiento armado. No gratuitamente una de las pocas excepciones que la Constitución Nacional consagra al principio general de que “…nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda…” es el requerimiento excepcional y extrema de "ARMARSE EN DEFNSA DE LA PATRIA”; es, en esencia, el mismo principio establecido por el Código Civil de que los hijos deben concurrir a subvenir a las necesidades de los padres en estado de necesidad, y va de suyo que ello sin derecho a retribución ni emolumento alguno.
Es cierto que sufrieron tensiones y momentos angustiantes, pero quién no los pasó y debe transitar en la vida… y no debo extenderme en ejemplos, pero baste mencionar los vividos por nuestra familia en ocasión de la masare de Plaza de Mayo en Junio de 1955.
Y esta actitud mendicante provenía de hombres extremadamente jóvenes, en la edad justa en que el país ofrece medios para evolucionar, enriquecerse y crecer a través de los estudios formales, la formación por medio de del ejercicio concreto de un quehacer o simplemente trabajar; … y aquí debe decirse que siempre se consigue un empleo, pero debemos ser claros que para ello ES NECESARIO LEVANTARSE TEMPRANO, DUCHARSE, SACUDIR LA CABEZA PARA ESTAR EN DISOSICIÓN DE LUCHA, Y SALIR A PELEARLA.
En vez de eso se prefirió la molicie, disfrazados de soldados cuando ya no lo eran, formaron organizaciones y campamentos en los que se la pasan tomando mate; el reclamo limosnero inicial lo transformaron en exigencia y allí perviven en una actitud vergonzante de logreros parasitarios; ES EVIDENTE QUE EN PLENA JUVENTUD PREFIRIERON LA HOLGANZA INDIGNA A LA AUTOSUPERACIÓN Y EL RESPETO POR SI MISMOS. Utilizaron la guerra de Malvinas como anclaje cómodo para paralizar su vida en la denigración.
Por supuesto que estas reflexiones son independientes del resultado de la contienda, pero viéndolos resulta OBVIO QUE ASÍ COMO NO ESUVIMOS PREPARADOS PARA VENCER, CON SEMEJANTE IDIOSINCRACIA TAMPOCO LO ESTARÍAMOS PARA ADMINISTRAR LOS TERRITORIOS REINVINDICADOS.
Estas críticas tampoco alcanzan, naturalmente, a los lisiados o enfermos a los que se les debe la atención y solidaridad debida.
Y ahora, el aprovechamiento de este “rebusque” se lleva hasta la pretensión de estafa, en cuanto pretenden cobrar “compensaciones”, a casi treinta años vista, personas que solo fueron movilizados y jamás entraron en acción de guerra y peligro alguna.
Es una desvergüenza; uno se pregunta como pueden darle cara a sus hijos y eventualmente a sus nietos, por ya es posible que los tengan.
Extendiendo su criterio entraríamos en la componenda los que tuvimos la condición de reservistas, los que se ofrecieron voluntariamente para luchar, tanto en el país, como nacionales y extranjeros en las embajadas del exterior, ¡Y por que no la comunidad toda; momentos especiales de angustia los vivimos todos!
En resumen, a unos y otros, a los que estuvieron y a los que no, por cuanto son participan en el fondo de la misma indignidad les digo, adecuando los términos para evitar pagarle derechos de autor a Diego Maradona:
¡QUE LA SUCCIONEN!... ¡QUE LA SIGAN SUCCIONANDO!…


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