PELÍCULA RECOMENDADA: "EL ÁRBOL DE LIMA"

NUESTRA OPINIÓN: EXCELENTE

Director: Eran RiklisElenco: Hiam Abbass (Salma), Ali Suliman (Ziad), Doron Tavory (Navon), Rona Lipaz Michael (Mira), Tarik Copti (Abu Hussam), Amos Lavie, Amnon Wolf, Smadar Yaaron (Tamar Gera), Ayelet Robinson (Shelly).

Más allá de un colorido que presenta belleza plástica en casi todas las tomas, en algunas aportada por la belleza singular de la región, donde el blanco de las piedras y montículos calcáreos se contrapone con el tono rojizo de algunos caminos; de la hermosura de la plantación de limoneros, objeto primario de la controversia, y del acierto con que fueron elegidos los actores para que den el tono perfecto de los caracteres centrales de la película, esta pieza fílmica tiene la virtud de presentar a la reflexión profundas y diferentes aristas.
Está claro que algunos personajes, a pesar de estar inmersos en una contienda bélica, no miran la vida desde se ángulo; el reclamo de Salma (tal el nombre de la protagonista femenina) y sus diferentes actitudes de enfrentamientos no están animadas por la confrontación con el enemigo, sino que parten de la alteración de un orden vital que se ve trastocado y cuya defensa es independiente de las razones, tan graves como la guerra y por lo mismo tan carentes de espesor sustantivo trascendente, invocadas para la agresión de esos valores esenciales atacados: así llega a decir en una audiencia “… mis plantas son una realidad…”, lo que viene a significar, por necesaria implicancia, que todo lo demás no lo es. La esposa del Ministro de defensa de Israel no puede ignorar la existencia de la guerra, pero sufre mucho por no poder llevar una vida ajena a los desastres e injusticias que la misma ocasiona.
Hay quién postula la solución pragmática de emigrar del país, en aras de tranquilidad y bienestar material pueril, olvidándose de las razones de enorme peso que atan a cada ser al medio en el cual se munió de principios, criterios, hábitos y afectos y modos de ser que se incorporan de un modo indeleble a cada personalidad.
También el hombre propenso a la acción bélica por antonomasia, que tiene su expresión prototípica en el ministro israelí, encuentra que su desgraciada expresión “Israel no tiene fronteras” presenta su correlato necesario en la multiplicación exponencial y sin límites de las medidas de protección a las que debe llegarse, con la consecuente desnaturalización de su vida familiar.
La película no deja de tener su connotación romántica, de amores correspondidos pero imposibles y que se resuelven con toda dignidad, por la abstención, pero en medio de acciones cargadas se significación poética.
Cabe finalmente destacar el grado en que la película pone de resalto la importancia de los medios masivos de comunicación en el logro de cualquier objetivo. En otros términos, tratándose de una situación que importa a la seguridad del poder que ejerce la hegemonía en tiempos de guerra, era en principio impensable que planteo hubiese pasado de la denegatoria lisa y llana en la primera instancia militar. La difusión del caso en un periódico de alto tiraje de inicio, en la televisión local después y a nivel mundial luego, con la consecuente extensión de la cobertura y la multiplicación de las adhesiones a Salma, es lo que posibilitó el andamiento del proceso en el modo reflejado por el film. Ver esta película aportaría claridad sobre la importancia de asegurar diversidad en las manifestaciones de contenido y opinión de los medios periodísticos ya que la influencia de su poder es poderosísima.