"LA HISTORIA III": "NUESTRO PENSAMIENTO: UNA TRÁGICA SOAP OPERA"
En la dos entregas anteriores relacionadas con la Historia, la I en la que se expone el pensamiento de Hegel sobre el tema, y la II, donde se analiza la teoría del Materialismo Dialéctico de Carlos Marx, nos encontramos con tesis coincidentes en dos aspectos cardinales:
l) Existe una Historia, entendiéndose por tal un devenir primordial que subsume la multiplicidad de sucesos, ocurrencias, hechos que, efectivamente, tienen lugar en cada momento. Esa miríada – en el sentido de cantidad infinita, multitud, sinnúmero de eventos – cobra linealidad y una conformación de univocidad en tanto se atienda a los aspectos relevantes existentes en la médula de todos ellos y que opera como un hilo central que discurre por su núcleo central de todos ellos y les da un sentido común:
2) La Historia pertenece al ámbito de la teleología, o doctrina filosófica d las causas finales.Usos más recientes lo definen simplemente como la atribución de una finalidad u objetivo a procesos concretos. Como se ha dicho, tanto hegel como Marx presuponen la existencia que da sentido a la Historia, aunque difieren en cuanto a que sería ese fin; tampoco explican, en tanto no adjudican a la consumación de las metas que en cada caso tienen fijadas (La perfección de un estado omnipresente de corte prusiano en un caso y la dictadura del proletariado en el otro) el acaecimiento del fin del mundo, o de la vida humana en el, que carácter tendrían los hechos por suceder con posterioridad a esos eventos indicativos de la culminación de la historia.
En nuestra opinión, que se emite desde la mera observación y reflexión sobre las mismas, es que no existe historia en el sentido sustantivo del concepto y tampoco sabemos si esto va a terminar en algo que tenga algún sentido.
Por lo pronto sabemos que existe una naturaleza que esta ahí y que la ciencia estudia para decir NO COMO DEBE SER Y POR QUE, SINO COMO ES, trata de descubrir como es lo que está allí NO PORQUE NECESARIAMENTE DEBA SER ASÍ.
Y nosotros tenemos pulsiones en virtud de las cuales nacemos, nos acoplamos, damos nuevas vidas y morimos, luego de pasar la mochila de las incertidumbres a una nueva generación.
Con la información que nos proporciona la ciencia ideamos implementos que allegan confort a nuestra existencia y eso es la TECNOLOGÍA. Pero nada ha cambiado: viajando en automóvil a 200 kilómetros por hora, la ANUSTIA DE NO SABER NADA SOBRE NUESTRA EXISTENCIA, es la misma que podía experimentar el caminante de hace siglos. NO HAY HISTORIA, SALVO QUE LLAMEMOS ASÍ A LA SUMA DE CHIMENTOS QUE INFORMAN SOBRE NUESTRA CONDUCTA O SOBRE CAMBIOS INCONROLABLES O NO QUE SE OPERAN EN LA NATURALEZA.
Esta relación chimentera o de mera relación de lo acontecido nos dirá de un modo incontestable que hemos sido perversos y sanguinarios desde el fondo de los tiempos. Quizás las nuevas concepciones tecnológicas nos hayan permitido cambiar el degüello por la cámara de gas en el exterminio masivo y lograr con ello una mayor eficiencia en la constante pulsión humana de dar muerte al enemigo. Nos Informará que al señor feudal lo reemplazó el rey para luego llegar a un sistema parlamentario que con seguridad morirá en la entronización de un dictador sangriento y así indefinidamente, en ese sistema circular que ilustra sobre los distintos modos de organizar la superestructura de nuestra ambición de poder, nuestro egoísmo, nuestra codicia y la crueldad más infinita cuando se trata de defender nuestros mezquinos intereses.
l) Existe una Historia, entendiéndose por tal un devenir primordial que subsume la multiplicidad de sucesos, ocurrencias, hechos que, efectivamente, tienen lugar en cada momento. Esa miríada – en el sentido de cantidad infinita, multitud, sinnúmero de eventos – cobra linealidad y una conformación de univocidad en tanto se atienda a los aspectos relevantes existentes en la médula de todos ellos y que opera como un hilo central que discurre por su núcleo central de todos ellos y les da un sentido común:
2) La Historia pertenece al ámbito de la teleología, o doctrina filosófica d las causas finales.Usos más recientes lo definen simplemente como la atribución de una finalidad u objetivo a procesos concretos. Como se ha dicho, tanto hegel como Marx presuponen la existencia que da sentido a la Historia, aunque difieren en cuanto a que sería ese fin; tampoco explican, en tanto no adjudican a la consumación de las metas que en cada caso tienen fijadas (La perfección de un estado omnipresente de corte prusiano en un caso y la dictadura del proletariado en el otro) el acaecimiento del fin del mundo, o de la vida humana en el, que carácter tendrían los hechos por suceder con posterioridad a esos eventos indicativos de la culminación de la historia.
En nuestra opinión, que se emite desde la mera observación y reflexión sobre las mismas, es que no existe historia en el sentido sustantivo del concepto y tampoco sabemos si esto va a terminar en algo que tenga algún sentido.
Por lo pronto sabemos que existe una naturaleza que esta ahí y que la ciencia estudia para decir NO COMO DEBE SER Y POR QUE, SINO COMO ES, trata de descubrir como es lo que está allí NO PORQUE NECESARIAMENTE DEBA SER ASÍ.
Y nosotros tenemos pulsiones en virtud de las cuales nacemos, nos acoplamos, damos nuevas vidas y morimos, luego de pasar la mochila de las incertidumbres a una nueva generación.
Con la información que nos proporciona la ciencia ideamos implementos que allegan confort a nuestra existencia y eso es la TECNOLOGÍA. Pero nada ha cambiado: viajando en automóvil a 200 kilómetros por hora, la ANUSTIA DE NO SABER NADA SOBRE NUESTRA EXISTENCIA, es la misma que podía experimentar el caminante de hace siglos. NO HAY HISTORIA, SALVO QUE LLAMEMOS ASÍ A LA SUMA DE CHIMENTOS QUE INFORMAN SOBRE NUESTRA CONDUCTA O SOBRE CAMBIOS INCONROLABLES O NO QUE SE OPERAN EN LA NATURALEZA.
Esta relación chimentera o de mera relación de lo acontecido nos dirá de un modo incontestable que hemos sido perversos y sanguinarios desde el fondo de los tiempos. Quizás las nuevas concepciones tecnológicas nos hayan permitido cambiar el degüello por la cámara de gas en el exterminio masivo y lograr con ello una mayor eficiencia en la constante pulsión humana de dar muerte al enemigo. Nos Informará que al señor feudal lo reemplazó el rey para luego llegar a un sistema parlamentario que con seguridad morirá en la entronización de un dictador sangriento y así indefinidamente, en ese sistema circular que ilustra sobre los distintos modos de organizar la superestructura de nuestra ambición de poder, nuestro egoísmo, nuestra codicia y la crueldad más infinita cuando se trata de defender nuestros mezquinos intereses.
Abajo los guerreros primitivos, arriba los niños salidos de ser sometios a un experimento químico, mientras se encuentran en el campo de la muerte. Como decía Minguito:
"SE IGUAL".
Etiquetas: FILOSOFÍA
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