"UN CAMPO EGOÍSTA SIN DERECHOS"
APOYADO EN UNA CONCEPCIÓN CLASISTA Y ALENTADO POR EL EGOISMO MÁS REPUDIABLE, EL CAMPO PRETENDE IGNORAR QUE LA ÚNICA FUENTE DE LA RENTA AGRARIA ES LA FUERZA VEGETATIVA DE LA NATURALEZA, QUE NO ADMITE OTRO BENEFICIARIO QUE TODO EL UNIVERSO DE LA COMUNIDAD ORGANIZADA.
La pertinaz actitud disolvente y antijurídica de El Campo, generalmente representada en los dictados de su núcleo de acción unificada conocida con la denominación de Mesa de Enlace y que por aproximadamente un año tuvo el tupe de tener semiparalizada la circulación de bienes y personas por la mayor parte del país, con la consecuente incidencia en la economía y los derechos del resto de la población, parece pasar por alto que la ideología y doctrina más profundas y elaboradas de la historia ponen en duda no ya su derecho a la resistencia al pago de la carga fiscal genuinamente establecida y en consonanta con su capacidad de contribución, sino mas EN LA ESENCIA DEL CARÁCTER DE LOS BIENES DE LOS QUE DERIVA SU RENTA, EL DERECHO A LA PROPIEDAD DE LOS MISMOS.
Es conocida la tradicional postulación de que LA TIERRA PERTENECE A QUIEN LA TRABAJA, entendiéndose por tales a quienes ponen su esfuerzo físico directo en la tareas materiales que la misma demande, con exclusión total de la OLIGARQUÍA PARASITARIA, ORIGEN DE TANTO MAL E INJUSTICIA EN LA HISTORIA ARGENTINA.
Ellos, tan acostumbrados a refugiarse detrás del slogan ultraderechista de Patria, Familia y Propiedad, parecen ignorar olímpicamente los dictados de las llamadas encíclicas sociales de la Iglesia Católica. De la primera – “RENUm NOVARUM” – recogemos el conmovedor principio de que “CONSTITUYE PECADO, QUE CLAMARÁ AL CIELO JUSTICIA, ROBAR A ALGUIÉN EN EL PRECIO DE SU TRABAJO”; quisiéramos saber cuantos de ellos cumplen con las prescripciones establecidas por el justicialismo en el “ESTATUTO DEL PEON DE CAMPO”.
Pero viene más directamente a cuento de lo anteriormente expuesto lo establecido en la última encíclica social donde se dice de un modo categórico que LOS BIENES NATURALES FUERON PUESTOS POR DIOS EN LA TIERRA PARA EL GOCE DE TODOS LOS HOMBRES.
Y, por último tenemos el CÓDIGO DE MINERÍA, que declara de propiedad estatal todos los bienes donde el suelo es un mero accesorio, Y ACASO NO TIENE ESE CARÁCTER LOS BIENES PROVENIENTES DE LA ACTIVIDAD AGROPECUARIA QUE NO TIENEN OTRA FUENTE GENUINA QUE LA FUERZA VEGETATIVA DE LA NATURALEZA.
Se puede abundar mucho más en el tema; no propiciamos medidas fundamentalistas. Pero tengan en cuenta que su postura, además de ilegal y contravenir esenciales principios constitucionales, toca cuerdas íntimas que pueden llamar a la inversión de un orden erigido sobre una acumulación inveterada de injusticias, donde los andamios constitutivos se encuentran en el mismo origen de la nacionalidad, a partir de la cual se edificaran las grandes fortunas de una oligarquía contumaz.
Cedan en su egoísmo; y no se hagan los pillos; la pretensión de reemplazar las retenciones por el Impuesto a las Ganancias es buscar el modo de su elusión; hay BOLSONES DE POBREZA Y SER INDIFERENTE FRENTE A LOS MISMOS ES UNA FORMA DE INDIGNIDAD.
Es conocida la tradicional postulación de que LA TIERRA PERTENECE A QUIEN LA TRABAJA, entendiéndose por tales a quienes ponen su esfuerzo físico directo en la tareas materiales que la misma demande, con exclusión total de la OLIGARQUÍA PARASITARIA, ORIGEN DE TANTO MAL E INJUSTICIA EN LA HISTORIA ARGENTINA.
Ellos, tan acostumbrados a refugiarse detrás del slogan ultraderechista de Patria, Familia y Propiedad, parecen ignorar olímpicamente los dictados de las llamadas encíclicas sociales de la Iglesia Católica. De la primera – “RENUm NOVARUM” – recogemos el conmovedor principio de que “CONSTITUYE PECADO, QUE CLAMARÁ AL CIELO JUSTICIA, ROBAR A ALGUIÉN EN EL PRECIO DE SU TRABAJO”; quisiéramos saber cuantos de ellos cumplen con las prescripciones establecidas por el justicialismo en el “ESTATUTO DEL PEON DE CAMPO”.
Pero viene más directamente a cuento de lo anteriormente expuesto lo establecido en la última encíclica social donde se dice de un modo categórico que LOS BIENES NATURALES FUERON PUESTOS POR DIOS EN LA TIERRA PARA EL GOCE DE TODOS LOS HOMBRES.
Y, por último tenemos el CÓDIGO DE MINERÍA, que declara de propiedad estatal todos los bienes donde el suelo es un mero accesorio, Y ACASO NO TIENE ESE CARÁCTER LOS BIENES PROVENIENTES DE LA ACTIVIDAD AGROPECUARIA QUE NO TIENEN OTRA FUENTE GENUINA QUE LA FUERZA VEGETATIVA DE LA NATURALEZA.
Se puede abundar mucho más en el tema; no propiciamos medidas fundamentalistas. Pero tengan en cuenta que su postura, además de ilegal y contravenir esenciales principios constitucionales, toca cuerdas íntimas que pueden llamar a la inversión de un orden erigido sobre una acumulación inveterada de injusticias, donde los andamios constitutivos se encuentran en el mismo origen de la nacionalidad, a partir de la cual se edificaran las grandes fortunas de una oligarquía contumaz.
Cedan en su egoísmo; y no se hagan los pillos; la pretensión de reemplazar las retenciones por el Impuesto a las Ganancias es buscar el modo de su elusión; hay BOLSONES DE POBREZA Y SER INDIFERENTE FRENTE A LOS MISMOS ES UNA FORMA DE INDIGNIDAD.
Etiquetas: OPINIÓN EDITORIAL
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