lunes, 1 de febrero de 2010

"Y TODO LO DEMÁS": WOODY ALLEN CHANTA Y PARANOICO.







El personaje que compone aquí Woody Allen recuerda mucho a lo que entendemos en Buenos Aires como un “chanta porteño”; por lo menos eso ocurre por momentos: el tipo que tiene todas las respuestas y las expone con tal suficiencia y convicción que no dejan lugar a la disidencia o la réplica; y esto es así sobremanera cuando actúa frente a un seudo pupilo de una profesión de la que Allen está saliendo y el otro se encuentra remando por ingresa y ser aceptado, y además los separa una diferencia de edad notoria. Por supuesto, como en casi todas las producciones de este autor, se trata de individuo cultísimo; por añadidura, vuelve aquí a ser eje central de sus razonamientos su condición de judío, quién, aunque mantiene su condición de ateo en el orden religioso, se encuentra poseso de una manía persecutoria que lo lleva a las decisiones más inverosímiles, plenas de humor, al articular las medidas defensivas aconsejadas por su paranoia. Plena, de humor, cuando vemos a ese hombrecillo dictando al otro enfáticamente los caminos que debe tomar y los que no, uno percibe un tufillo familiar; será que no gratuitamente uno lleva la marca, para bien o para mal, de esa condición peculiar definida como porteño.

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio