viernes, 10 de septiembre de 2010

“DIVAGÜES DE UN GORILA”

Mariano Grondona, respuesta a su nota del 9/09/10 publicada en La Nación bajo el título “Moyano va por más”

El sindicalismo es el gran soporte de la doctrina justicialista. Las escuelas socialistas del siglo XIX, llamadas “utópicas” por la doctrina, Fourier, conde de Sant-Simon, Roberto Owen, Luís Blanc y otros, y hasta el mismo movimiento sindicalista de Jorge Sorel, quedaron pedaleando en el aire en razón de quw carecían de una estructura que diese sostén a sus derechos. Lo mismo sucedió en nuestro país con las ideas y propuestas de Alfredo Palacios, sepultadas como letra muerta. El movimiento sindical pasó a constituirse en una piedra fundamental en el cuadro conceptual de un orden social más justo, dentro del capitalismo. La participación en las ganancias fue incluída como un derecho más de los trabajadores en la reforma constitucional de 1957 y, por lo demás, se aplica desde hace años en las economías mas avanzadas; en EE.UU., es usual, dadas ciertas condiciones, el otorgamiento de “bonus”. Los sindicalistas son hombres de honor. En 2011 KK o M, no es un dilema. Paulino Rúa.

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